"Soneto a Cervantes"
Horas de pesadumbre y de tristeza
paso en mi soledad. Pero Cervantes
es buen amigo. Endulza mis instantes
ásperos, y reposa mi cabeza.
Él es la vida y la naturaleza,
regala un yelmo de oros y diamantes
a mis sueños errantes.
Es para mí: suspira, ríe y reza.
Cristiano y amoroso y caballero
parla como un arroyo cristalino.
¡Así le admiro y quiero,
viendo cómo el destino
hace que regocije al mundo entero
la tristeza inmortal de ser divino!
– Rubén Darío
No me acompaña el genio Cervantes de tal modo como a Darío, precisamente. Pero sí me acompaña – siempre está presente en la mente. Me brinda un cierta perspectiva sobre el mundo que me rodea: un distanciamiento medio-posmoderno, digamos… o barroco. Es igual.
Me ha introducido una melancolía este fin de semana pasado. Pasará, seguro. Mientras tanto… viendo dramas coreanas, y leyendo poesías al azar.