Caveat: Qué tranquilidad violeta

EL POETA A CABALLO

¡Qué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta…
¡Qué tranquilidad violeta!

La dulce brisa del río,
olorosa a junco y agua,
le refresca el señorío…
La brisa leve del río…

A caballo va el poeta…
¡Qué tranquilidad violeta!

Y el corazón se le pierde,
doliente y embalsamado,
en la madreselva verde…
Y el corazón se le pierde…

A caballo va el poeta…
¡Qué tranquilidad violeta!

Se esté la orilla dorando…
El último pensamiento
del sol la deja soñando…
Se está la orilla dorando…

¡Qué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta…
¡Qué tranquilidad violeta!

– Juan Ramón Jiménez

Siempre cuando leo a JRJ, pienso en el mejor profesor de mis estudios graduados, Ignacio López. Fue un verdadero maestro y profesor, y no sólo un académico.

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