Hay sólo dos países: el de los sanos y el de los enfermos…
Hay sólo dos países: el de los sanos y el de los enfermos
por un tiempo se puede gozar de doble nacionalidad
pero, a la larga, eso no tiene sentido
Duele separarse, poco a poco, de los sanos a quienes
seguiremos unidos, hasta la muerte
separadamente unidos
Con los enfermos cabe una creciente complicidad
que en nada se parece a la amistad o el amor
(esas mitologías que dan sus últimos frutos a unos pasos del hacha)
Empezamos a enviar y recibir mensajes de nuestros verdaderos conciudadanos
una palabra de aliento
un folleto sobre el cáncer
– Enrique Lihn (poeta chileno, 1929-1988)
Me imagino que el aspecto que me atrajo a esta poema (o sea, el final) resulta obvio, dado mi propia experiencia reciente.
Feliz nuevo año. Trabajé hasta las 11 anoche, así que no tenía ni ganas ni interés en celebrar la noche. Hoy voy a hacer alguna excursión en Séul con mi amiga Mary que está visitando desde Daegu por el feriado.