Al fin de cuentas, ayer en la tarde no pude resister un viajecito rapidito hacía Seul para visitar mi librería favorito, el muy bueno 교보문고 (Kyobo Mungo), donde me compré un nuevo atlas coreano y el número más reciente de mi revista preferida, The Economist. Todavía no sé exactamente como voy a aguantar el hecho de que no voy a poder comprar aquella revista cada semana en mi nuevo pueblo en Yeonggwang… tal vez tendré que inscribirme para recibirla por correos.
Pero lo más importante fue una visita al restaurante Dos Tacos (que se escribe en hangeul 도스타코스 = doseutakoseu), que tienen los mejores tacos al pastor en Corea (izquierda). También comimos unos taquitos de pollo (que suelen llamarse flautas) muy bien hechos.
Fuimos yo y mi amigo Peter, quien recién se ha acabado con su contrato en hagwon en Ilsan y se ha dedicado a pasar un rato de modo de turista antes de volver a los EEUU.
Después, anoche, Peter vino a Suwon y salimos con mis amigos Mr Choi y Seungbae, y acompañados por un señor alemán bastante divertido que se está hospedando en la casa de huéspedes acá. Resulta que Peter habla alemán excelentemente. Tomamos makkoli y comimos un kimchijeon muy sabroso.
Ahora son las seis y media de la mañana de domingo, y estoy arreglando mis libros y otras posesiones los cuales vine a recoger, para poder llevarlos todo a Yeonggwang. Me alegraré ya no tener mis cosas tan distruibidas por todo el país.